La diversión y el rock siempre fueron de la mano, pero en algún punto la diversión dio paso a la mediocridad. Los riffs interesantes, así como los punteos a la velocidad de la luz, quedaron en el desguazadero del olvido ahogándose en un mar de sintetizadores y melodías blandas a medio cocinar.
Ahí es donde Vanderbuyst apunta: Al hard rock espontaneo pero lleno de riffs y solos que te atacan desde todos los flancos. Mezclando Thin Lizzy, U.F.O, Van Halen y Maiden, todo sazonado con la buena onda del glam y el viejo rock de los setenta, el trió holandés se mando flor de laburo.
Aclaro, este es el único disco de Vanderbuyst que escuche, así que no puedo contrastarlo con sus otros trabajos. Lo que tampoco puedo es evitar repetir en mi cabeza las cabalgatas y las melodías vocales ultra pegadizas que sostienen a los 11 temas de The Flying Dutchmen (2012). Se nota que en ese aspecto estuvo puesto el énfasis: En los hooks y la melodía memorable y absolutamente divertida. ¿si no como se explica un tema estúpido como Johnny Got Lucky? que de tan estúpido termina quedándote en la cabeza dando vueltas sobre ese riff tan básico y tan enorme que levanta hasta los muertos.
Hay espacio para todo: Baladas emotivas y excelentemente diagramadas como Give me One More Shot,
joyas a toda velocidad como In Dutch (el mejor estribillo del disco, lejos. La guitarra de Willem Verbuyst no perdona nunca con su tono limpio y comprimido. Relajado a la hora de riffear pero con el cuchillo en los dientes cuando toca puntear entre legattos y bends.
Por su puesto que no todas son composiciones meramente pegadizas. También hay excelente trabajo compositivo en temas como Flying Dutchmen, pero por sobre todo en la joya Waiting in the Wings con uno de los mejores riffs del LP.
Este fue el primer disco de los holandeses en ser editado con una distribución extensiva, por un sello medianamente importante, lo que les valió múltiples giras por Europa, entre festivales y clubes.
Si siguen en este camino, les deparo grandes cosas. La influencia hard rock 70s que llevan a flor de piel los distancian un poco del revival N.W.O.B.H.M y es un cachetazo de aire fresco con aroma a viejas glorias. Un disco totalmente recomendado desde las tierras de Krol y Cruyff.